¿Le puedo dar suero pedialyte a mi gato? La respuesta definitiva

suero pedialyte para gato

Un gato deshidratado o enfermo necesita reponer los líquidos perdidos. Y en ocasiones no dispones de un suero veterinario, de modo que buscas una opción de supermercado.

Adquieres uno de Pedialyte, sin embargo, te cuestionas; ¿Le puedo dar suero pedialyte a mi gato? Totalmente de acuerdo, entendemos tu preocupación, no quieres que le pase nada malo, por ello, aquí te daremos la respuesta.

Pedialyte para gatos

Este producto no está disponible para gatos. Te recuerdo que es diseñado para niños y adultos, no mascotas.

Dicho esto, te sugerimos utilizarlo solamente como opción complementaria durante el proceso de rehidratación o recuperación de algún cuadro diarreico/vómito.

Por igual, te incentivamos a consultar un veterinario si existe alguna reacción adversa. El exceso de este producto puede causar problemas intestinales y la muerte.

gatito tomando agua

¿Cómo dar Pedialyte a un gato?

En ocasiones, puedes llegar a dudar cómo darle la disolución a tu gato, no hay problema. Aquí te mostramos las instrucciones.

  1. En caso de que el gato esté débil por la deshidratación, levántalo y colócalo en tu regazo.
  2. Vierte un poco en tu dedo, deja que lo huela y después lo pruebe.
  3. Si lo chupa, entonces llena su taza con un par de sorbos medidos con la tapa de la botella.
  4. Si lo rechaza, mezcla con agua e intenta de nuevo.
  5. Si definitivamente no hay reacción, busca otra alternativa como el suero subcutáneo.

¿Cuánto suero se le puede dar a un gato?

Debe ser una cantidad cuidadosa. Evita incorporar demasiado. En el caso de que se trate de otro líquido rehidratante como el intramuscular, pregunta al veterinario.

Experiencia personal

En mi caso, usé pedialyte de fresa porque en ese momento disponía de poco dinero para comprar suero intramuscular y mi gatito sufría un ataque de calor. Nunca le había dado algo como esto.

Le serví un par de sorbos, me miró fijamente con sus ojos color menta, se acercó a la taza, olió un segundo y se fue. Era un hecho que no le agradó. ¿Pensó que era otra locura mía? Posiblemente…

Pero no me rendí a la primera, entonces lo llamé, se subió a mi regazo, lo acaricié y le dije: “prueba, está rico.” Dichosamente, al primer intento, accedió a tomar más líquido y minutos después lucía menos deshidratado.